sábado, 25 de abril de 2009

OPINION: El socialismo como sentimiento


Mariano Fernández Martin.

Secretario General Centro Juan B Justo de Junín

Consejero escolar Socialista


Hace algunos días, en algunos medios locales se trato de imaginar que el socialismo es solo un partido político devenido a menos. Que oportunamente salta de un espacio a otro con el único objetivo de obtener sitios de poder.
Yo que tengo algunos años de militancia política y siempre fui y espero después de estas líneas seguir siendo parte del PS, intentare explicarles que es el socialismo y que es ser socialista.
Ser socialista es el compromiso que se asume con una forma de vida, lo cual no debe entenderse como una "obligación" ante los otros, sino que nos "obliga" a vivir como hemos elegido y que es la que más felices nos hace. En última instancia no es otra cosa que la imagen de sí mismo ante uno mismo lo que se está defendiendo. Esta cosmovisión, síntesis de una teoría y práctica cotidiana, resulta ser independiente de a cual de las decenas de aditamentos se le pretenda colgar al sustantivo socialista. Salvo el stalinismo, que está fuera de discusión de si entra o no en el socialismo por sus reconocidas desviaciones autoritarias y antidemocráticas, el resto de las variantes hacen a un todo que en su momento no quiso ser visto por algunos como un sujeto/objeto unívoco e indivisible. Obviamente que hablar en política de un todo no significa hablar de homogeneidad idéntica entre los individuos que transportan la característica de una identidad ideológica mayor que los engloba. Hay diferencias entre unos y otros -y afortunadamente que las hay-, caso contrario estaríamos frente al triste espectáculo de robots políticos que piensan, actúan y sienten -¿sienten?- de manera idéntica, pero sin capacidad de cuestionarse la realidad y la irrealidad de los episodios que pasan por la vida cotidiana. Sin embargo, esas diferencias más que separar deben unir. Esto es algo así como la metáfora del Archipiélago, que dice que son un conjunto de islas que están separadas por aquello que las une. Un elemento común, el agua, es lo que separa y a la vez une a las islas en ese conjunto que geográficamente se define como Archipiélago.
El socialismo significa-y así espero que siga significando- una alta cuota de honestidad política.
Esto no está dicho en los términos de los clásicos discursos de barricada para lograr votos o tontos que a uno lo sigan. Está dicho con todo el significado y significante que pueda estar puesto en ellas. El socialismo es y fue no sólo el de Carlos Marx, sino que también fue y es el de la Luxemburgo. El socialismo no es ni fue un fin en si mismo que justifica cualquier medio empleado para llegar a la meta propuesta. El socialismo es una forma de vida que servía -y sirve- para alcanzar objetivos. Nada más, que no es poco. Es un medio y nunca un fin.
Hoy como Socialistas debemos defender al Gobierno nacional y popular aunque tengamos que discutir y disentir con propios y ajenos, no hay que confundirse: quienes atacan al Gobierno nacional no lo hacen por sus errores o carencias sino por todo lo positivo que ha hecho, por la recuperación del sistema provisional y la línea de bandera, por la defensa de la autonomía nacional y la integración regional, por la independencia de la justicia y la redistribución del ingreso. Hoy ante el tsunami de una crisis capitalista mundial sin precedentes, no es hora de privilegiar las críticas y las muchas cuestiones pendientes que, obviamente, restan resolver, sino la de privilegiar la unidad más amplia para resistir el avance de la derecha retrógrada.
El Partido Socialista bonaerense fue fundado en 1908 y es más que centenario. El último congreso, que fue realizado en nuestra ciudad, nos dio mandato de integrar el partido al FpV. Ese mandato nunca fue sustituido por otro y mientras el partido no revea esa posición, seguirá integrando el FpV. Lo hacemos desde una posición de autonomía. No nos subordinamos a ninguna otra organización que no sea la propia. Desde ahí aportamos a la construcción de un movimiento de naturaleza popular y democrática, que es lo que creemos que expresan tanto el gobierno de Cristina como el de su antecesor, Néstor Kirchner. Vemos que el lugar del socialismo es acompañar y sostener frente a los embates de la derecha no sólo a este gobierno sino también a un proceso continental del que la Argentina es parte y que incluye a los socialistas de Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil, Venezuela y Ecuador.
Localmente el candidato del Partido Socialista es el Compañero Juan Manuel Sequeira que seguramente se incorporara a las listas del FpV, por mandato de partido a nivel Provincial y Local.
Como antes dije, los Socialistas no pretendemos imponer candidatos, ni sabemos hacerlo, simplemente postulamos compañeros desde nuestros lugares de decisión con el objetivo de transformar la realidad de los más desprotegidos.Mientras haya hambre, mientras haya guerra, mientras haya dolor, mientras haya injusticia, mientras existan poderes ignominiosos que ofenden la dignidad de lo humano, mientras hayan Derechos Humanos violados, etc.; digo que mientras existan todas esas miserias, el socialismo tiene necesidad de existir. Así como al lado de él van a sobrevivir todos aquéllos que intentan alcanzar el mismo objetivo de paz, justicia, libertad, dignidad e igualdad.

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