sábado, 25 de abril de 2009

Cómo ser periodista y escritor y no quedar en el intento

La periodista Anailén Nassif Gopar estuvo en Junín y brindó una charla en la biblioteca “9 de Julio”.
La presentación de la charla para Anailén Nassif Gopar.
Los asistentes al encuentro.


El viernes último la periodista Anailén Nassif Gopar brindó una interesante charla en la Biblioteca “9 de Julio”, en la que abordó el tema “Periodista y escritor: cómo conjugar la objetividad de la profesión a la hora de ejercer el arte de escribir”.
Nacida en Uruguay, hace unos años estuvo viviendo en nuestra ciudad, y hoy vuelve a visitar a su madre Nelly Ana Gopar y a sus amigos, muchos de ellos de los diferentes medios de comunicación.
Anailén dio sus primeros pasos por el periodismo radial en nuestra ciudad. “En 1989 –cuenta- trasladaron a mi padre a Junín, por razones laborales, y vinimos a vivir aquí. Empecé a trabajar en radio, hacía publicidad en LT 20 y luego un programa que se llamaba ´Radiojugando´. Estudié la tecnicatura en Comunicación Social, en el Instituto del Profesorado “Junín”. Hice algo en radio Sideral, con Claudio Krivocapich, y pude escribir en las revistas “El Sol” y en “Horizonte de Cultura”, de Rubén Liggera”.
En diálogo con DEMOCRACIA, expresó: “En 1997 volví a Uruguay, escribí en una revista semanal de Colonia del Sacramento y desde el 2002 estoy en una radio en la ciudad de ´Nueva Helvecia´, una colonia suiza a 70 kilómetros de Colonia del Sacramento”.
Su pasión por escribir hizo que si bien el ansiado libro no apareciera, sí hubiera una publicación digital de su autoría llamada “Mercurio y cartón”, presentada en un concurso denominado “El verso digital” de la Junta de Andalucía, España.
Hoy, de vuelta al Junín que la cobijó en sus primeros años de la juventud, quiso charlar e intercambiar experiencias con la gente y colegas.
De vacaciones junto a su marido e hija de cuatro años, Anailén cuenta que “gracias a Internet” sigue en contacto con amigos y personas de Junín.
“Mi mamá, Nelly Ana Gopar se volvió a Junín el año pasado y vive aquí. La comisión de la Biblioteca ´9 de Julio´ me invitó a dar una charla y acepté con lo que yo podía aportar”, expresó

Periodista y escritor

La pregunta fue: ¿un periodista puede ser escritor? ¿Cómo conjugar la objetividad de la profesión a la hora de ejercer el arte de escribir”.
La respuesta no se hizo esperar: “Se trata de hacer otra forma de redacción, saber sacar lo afectivo que todos los días estás dejando de lado”.
“El planteo que me hacía era: después de muchos años de trabajar en periodismo, qué cosas me conmovían. Cada vez eran menos. Había muy poquitas cosas que lograban hacerlo: los niños que morían por violencia de la familia, los accidentes donde había fallecido, algunas enfermedades como el cáncer o el HIV. Me di cuenta que había muy pocas cosas en las que yo no podía intervenir porque me afectaban, me emocionaban”.

Replanteo

“No sé si está bien que uno se vuelva tan impermeable. Me replanteé ese punto, y entonces decidí sentarme a escribir para volver a ser permeable, para explorar en esas cosas que hacen a la esencia del ser humano, el poder sentir”, señaló.
“Pero la cosa no era tan sencilla, necesitaba preparación, tiempo para crear porque en la vorágine del trabajo tenía poco tiempo para sentarme a escribir. Es difícil tener un espacio para crear”, apuntó.
La clave es estar en las pequeñas cosas. “El tema es no perder de vista los detalles. La radio donde trabajo todos los viernes hace una editorial, en base a determinado tema. Por ejemplo, en el último tiempo preocupaba mucho la muerte de los jóvenes en accidentes de tránsito en motos, sin casco. Entonces, ¿cómo ponerte en lugar de la familia o cómo te podés conmover si uno lo que hace todos los días es un parte policial? Se trata de hacer una introspectiva, no perder el tema de los detalles, escuchar a la gente que plantea las cosas cuando está preocupada por algo y que, a veces uno como periodista, le toma nota pero en realidad está pensando en todo lo demás tiene que hacer en su trabajo. Uno pierde de vista que detrás de esa nota, hay gente. Y si yo me voy a sentar a escribir, porque hay algo que me está conmoviendo y quiere salir, que eso que sea realmente sentimiento y no una mecánica. Es un poco apelar también a la humanización del periodista”, opinó.
En cuanto a si se podían complementar ambos roles, el de periodista y el del escritor, Anailen respondió: “Sí, podrían complementarse. Por un lado tenés un trabajo en una empresa, un oficio y por otro un hobby, y hasta la posibilidad de publicar”.
Escribir, ¿puede servir como terapia? Y en esto también coincide Anailén y dice: “El año pasado estuve desde marzo hasta noviembre o diciembre, y llevaba una especie de diario, rescatando cosas que me llamaban la atención y haciendo una especie de introspección. Eso me sirvió mucho después para sacar cosas para escribir de manera creativa un cuento o un poema. Y también me sirvió como terapia, releerlo me sirvió como terapia. Tratar de ver entrelíneas cosas de uno mismo”.
“Gracias a las publicaciones digitales uno puede dar a conocer lo que escribe. El libro impreso es el sueño de todos y yo espero que se haga realidad. En ´Mercurio y cartón´ planteo que así como hay relación entre el mercurio y el cartón, puesto que los dos reaccionan ante el fuego, hay emociones, sentimientos que parecen fríos o débiles pero en realidad no lo son. El más triste de todos los sentimientos es la soledad, que es la recompensa del soberbio, del que no ve a los demás”, expresó.

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