lunes, 15 de junio de 2009

Se consume un 13 % de leche que hace 10 años

Según un estudio de la Universidad Nacional de Buenos Aires, se consume un 13% menos lácteos que hace 10 años. De los 230,9 litros per cápita de 1999 se bajó a 202. Para los especialistas, este cambio de hábitos es peligroso: afecta la estructura ósea, la coagulación y el sistema nervioso, y favorece la obesidad.
La doctora Daniela Esturo, especialista en Nutrición, manifestó a La Verdad que “la industria láctea ha evolucionado mucho en los últimos diez años. Los productos que existen ahora no son los mismos que hace años atrás. Me parece que uno de los factores por los que puede haber disminuido el consumo de lácteos fue porque los productos se encarecieron muchísimo y a muchas familias se les ha vuelto inaccesible”.

Cambio de hábitos

Pasado el período de la teta, la mamadera y el primer vasito, los argentinos dejamos el consumo de leche en segundo plano. La merienda se saltea o se llena con una golosina y una gaseosa y como a la mañana se sale a las corridas, con suerte se desayuna un mate pelado o un café recién cuando se llega al trabajo. Este cambio de hábitos tiene su correlato: el consumo de lácteos cayó de 230,9 litros per cápita en 1999 a 202 litros en 2008, según estadísticas de la Secretaría de Agricultura: 13% menos en una década.
A pesar de que las góndolas de los supermercados desbordan por la sobreoferta de leches enteras, descremadas y fortificadas, los nutricionistas advierten que el déficit es aún mayor: los chicos en edad escolar, los adolescentes y los adultos, consumen un 25% menos de la leche recomendada.
“Lo importante –resaltó Esturo- es que el consumo de la leche y sus derivados es fundamental. Tiene proteínas de alto valor biológico, que las podemos reemplazar, únicamente, con el huevo o la carne, alimentos de origen animal. La leche es la única fuente natural de calcio, el cual es imprescindible no sólo para la osificación del esqueleto sino para otras funciones importantes del organismo, desde la contracción muscular, el funcionamiento del aparato cardiovascular y el crecimiento. Un chico con una dieta de bajo valor proteico va a ser un niño desnutrido y eso se va a notar en su baja estatura o en su bajo rendimiento escolar, entre otras cosas”.

Datos importantes

El dato surge de un informe elaborado en el marco del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la UBA, en base a los datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud de la Nación. La comparación entre lo que se consume versus lo que se debería consumir surgió de estadísticas para la Argentina de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y en estimaciones del programa de la UBA. Son 164 litros por año de leche y derivados cuando lo ideal sería consumir anualmente 219 litros.
Según el informe, hasta los tres años no es un problema, pero a partir de los cuatro, y especialmente desde la edad escolar, el consumo de leche cae de manera notable. Hasta los tres años los chicos toman tres vasos de leche -la cuota recomendable para esa edad- pero a partir de los cuatro baja a 2 vasos y a veces menos. Se estima que los adolescentes también consumen dos vasos diarios en lugar de tres.

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