lunes, 6 de abril de 2009

Al menos 50 muertos por un sismo en la zona central de Italia

Roma, 6 de abril.- Al menos 50 personas murieron hoy en la en la región del Abruzzo, en la zona central de Italia como consecuencia de un terremoto que afectó fuertemente a la ciudad de L'Aquila de 70 mil habitantes y a otras 26 comunas, pero el número de víctimas fatales podría aumentar ya que miles de viviendas quedaron completamente destruidas, informaron las autoridades.
"Son 50 los muertos por el terremoto", afirmó el ministro del Interior italiano Roberto Maroni, quien defendió la reacción de las autoridades a la tragedia al remarcar que "la máquina de socorros partió un cuarto de hora después del sismo".
"Más rápido que eso no se podía hacer", agregó, según reproducen las agencias Ansa y Europa Press.
Por su parte, el jefe de Gobierno Silvio Berlusconi declaró el estado de emergencia y suspendió un viaje a Rusia que debía comenzar hoy.
Las mediciones locales indicaron que el sismo tuvo 5,8 grados de magnitud en la escala Richter, aunque un instituto geológico norteamericano lo ubicó en 6,2 grados.
El movimiento, que se produjo a las 3:30 destruyó cientos de edificios y viviendas, por lo que miles de personas deambulaban esta mañana por las calles entre escombros y cadáveres a la espera que se levanten campamentos en lugares más seguros.
La ciudad de L'Aquila y varias localidades cercanas resultaron arrasadas por el sismo, que luego tuvo un centenar de réplicas.
Los brigadistas que trabajan en el lugar dijeron que quizá tome varios días determinar el número preciso de víctimas fatales, dada la magnitud de la destrucción de edificios antiguos.
La localidad de Onna, a unos 10 kilómetros de L'Aquila, quedó absolutamente destruida.
"No hay un edificio en pie, se derrumbó todo y hay muchas personas entre los escombros", relataron los sobrevivientes.
En esa localidad los que escaparon al terremoto se encontraban en las calles, con unos pocos objetos que lograron sacar de sus viviendas.
Según las primeras informaciones "quien no está herido excava entre los escombros, aún con las manos, junto a los socorristas que llegaron a la comuna varias horas después del sismo".
En localidades como Santo Stefano di Sessanio, Castelvecchio Calvisio, San Pio, Villa Sant'Angelo, Fossa, Ocre y San Demetrio, que cuentan con edificios y construcciones antiguas, cientos de viviendas se derrumbaron.
Pero también construcciones más nuevas se desplomaron o sufrieron daños graves.
Desde el Vaticano, el papa Benedicto XVI, expresó su pesar y transmitió su solidaridad a las autoridades y poblaciones de las zonas afectadas.
El movimiento sísmico se sintió en gran parte de la península italiana e inclusive en Roma los edificios temblaron y oscilaron las columnas del alumbrado público.
La zona central principalmente afectada, es montañosa y sus rutas y carreteras quedaron bloqueadas.
En tanto las autoridades realizan verificaciones en varios viaductos.
Todas las fuerzas del orden del país, incluido el Ejército, se movilizaron para socorrer a la población e intentar sacar con vida al mayor número de personas que quedaron sepultadas bajo las ruinas de sus casas.
Muchas regiones del resto de Italia enviaron dotaciones de Bomberos y refuerzos sanitarios para ayudar a la región de Abruzzo a hacer frente a la situación. También se mostraron dispuestos a echar una mano algunos países extranjeros, como Rusia, Alemania, Francia, Grecia, Israel y la presidencia de la Comisión Europea.

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