sábado, 11 de julio de 2009

Opinión: Elecciones: reflexiones sobre el resultado local y la necesaria reforma política

Por Diputado Abel Paulino Miguel
Coalición Cívica


Las elecciones del domingo 28 nos dejaron como saldo positivo un importante nivel de participación (más del 70% de los empadronados emitieron su voto). Por otro lado, la normalidad en el desarrollo del comicio es digna de destacar, consecuencia del correcto desempeño de autoridades de mesa y fiscales partidarios.
Sin embargo, más allá del cumplimiento de los aspectos formales, se impone reflexionar sobre el resultado de la elección y el grado de equidad en la distribución de los cargos que arrojaron los comicios del domingo.
Obsérvese que si se confirman los resultados del escrutinio (aun provisorios), la distribución de las 9 bancas de nuestro H. Concejo Deliberante se realizaría entre los 3 partidos que llegaron al cociente exigido por la Ley Nº 5109.
Recordemos que para alcanzar el cociente o piso, se debe dividir el total de votos válidos emitidos (votos positivos) por el total de cargos a elegir. En el caso de Junín, esto arroja un cociente de algo más de 5300 votos para un concejal. Quien no haya alcanzado esa cifra no obtiene representación en el H. Concejo Deliberante.
Esto significa que los tres partidos que obtuvieron el 45% de los votos se llevarán el 100% de los 9 concejales. Es decir, el 55% de los ciudadanos que votaron por los restantes 14 partidos que compitieron no tendrán representación. Recordemos las tres listas que alcanzaron el piso: Consenso Federal (Meonismo, algo menos del 19%), la Coalición Cívica el 14% y Progreso Social el 12%.
Puede ocurrir que a través de esta absurda e inequitativa distribución de los cargos (según la actual Ley provincial), a la Coalición Cívica le corresponden 2 concejales, a Progreso Social 2 concejales, pero en el caso de Confe (Meonismo) con menos del 19% de los votos le correspondan 5 concejales y los 3 consejeros escolares, es decir el 66% de los cargos electivos en disputa.
Recordemos que este sistema de distribución también se aplica para el reparto de cargos de diputados y senadores provinciales.
Contrariamente, la distribución de las bancas a Diputados Nacionales se realiza por el denominado sistema D´Hont, basado en la representación proporcional. Se procede de la siguiente manera: Los partidos que hayan alcanzado un numero de votos como mínimo del 3% del padrón electoral intervendrán en la distribución de cargos que consiste en la división de votos obtenidos por cada partido por los cargos a elegir, con lo cual la representación obtenida es mucho más justa y equitativa permitiendo a su vez mayor cantidad de partidos representados.

Reforma política

Esta deberá ser una de las cuestiones a tener en cuenta referida a la Reforma Política que debemos implementar para corregir las deformaciones del sistema de representación.
Quede claro que éste es un aspecto de la Reforma Política electoral, que deberemos abordar sin más demoras desde la Legislatura Provincial. Sin embargo, hay otras cuestiones que deberemos corregir si queremos mejorar el sistema institucional y la credibilidad de la gente en la política. Creo imperioso: Eliminar las listas colectoras, verdadera Ley de Lemas encubierta, implementar la boleta única que ahorrará gastos al eliminar la costosa impresión y distribución de muchos millones de boletas. En la boleta única figuran los candidatos de todos los partidos, el votante marca el casillero que corresponde al candidato o partido de su preferencia. De esta manera, se evitan manipulaciones del votante. La boleta se la provee la autoridad de la mesa en el momento de emitir el voto. Esta modalidad existe en infinidad de países que han buscado mejorar el sistema electoral. Otra alternativa a considerar es el voto electrónico como existe en Brasil, por citar solo a un país vecino.
Una cuestión fundamental tendiente a dar transparencia y mejorar el sistema de candidatos y el fortalecimiento de los partidos políticos, es la realización de elecciones internas simultáneas en todos los partidos controlados por la justicia, como existe en la provincia de Santa Fe.
Quede claro también que ninguna reforma política dará resultado si no existe el convencimiento y la voluntad de cambio de la dirigencia.
Hemos llegado a un nivel de degradación del sistema político institucional, donde para mantener el poder vale todo, es decir el fin justifica los medios. Por este camino se cometen los mayores actos de inmoralidad y falta de ética. Para muestra, basta mencionar el invento de las listas testimoniales, verdadero fraude a la voluntad popular avalado por la justicia. Afortunadamente, esta forma de hacer política ha recibido su merecido castigo por parte de la mayoría de los ciudadanos el pasado domingo.
Desde la Coalición Cívica y el Acuerdo Cívico y Social, con el aval electoral de la ciudadanía recibido el 28 de junio, seguiremos impulsando nuestros proyectos para mejorar la política que se encuentra sumergida en una profunda crisis de valores.
La era Kirchnerista ha terminado como primer paso para iniciar un nuevo camino. A partir de ahora otra Argentina es posible.

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