lunes, 1 de junio de 2009

La crisis golpea también a las cooperadoras escolares

“Las cooperadoras, más allá de la crisis, cumplen sus funciones y constituyen un elemento fundamental dentro de lo que es el sistema educativo” señaló el concejal Renato Figgini Bava, con amplia experiencia dentro de la actividad del Consejo Escolar de Junín por sus anteriores funciones.
“Obviamente, que estas instituciones de los establecimientos no son ajenas a la crisis y padecen también los vaivenes económicos que sufrimos. Pero más allá de eso, cumplen una función loable y rescatable. Esto las hace erigirse como representantes de los padres y como entes canalizadores de inquietudes de quienes representan”.

Falencias del sistema

Muchas veces, las cooperadoras tienen que suplantar falencias del sistema educativo y van al Consejo Escolar a asumir un poco la voz cantante o para apoyar la postura de los directores para lograr reparaciones en los colegios, solicitar guardapolvos, calzados, útiles, etc.
Figgini Bava dijo que “el sistema educativo bonaerense muchas veces restringe el ámbito de acción no solamente de las cooperadoras, sino también de la Secretaría de Inspección, del Consejo Escolar”.
En muchos casos, hay escasa participación de los padres. “Pero muchas, al día de hoy funcionan y seguirán haciéndolo muy bien. Otras carecen de gente que se involucre a participar activamente, como le puede pasar a algún partido político, algún club deportivo, una sociedad de fomento. En Junín muchas de ellas interactúan en forma magnífica trabajando en pos del bienestar de los niños, tanto con la directora como con el establecimiento, con el Consejo Escolar. Ojalá que en un futuro la gente se vuelque a participar, porque involucrarse es la forma de poder cambiar la realidad que nos afecta”.

La burocracia tan temida

En ese marco, estableció la cantidad de demandas de necesidades a las que muchas veces hay que dar respuestas; como problemas con los techos, caída de cielorrasos, de calefacción, ventanas rotas, filtración de humedad.
“No digo que el Estado esté ausente, pero sí la demora por la burocracia misma del sistema educativo –el bonaerense es el segundo más grande del mundo- lo que implica que tiene un caudal de personal, ámbitos, oficinas y secretarías que hacen que muchas veces tarden las decisiones. Por eso el involucramiento es fundamental. Donde el Estado no puede o no da una respuesta activa de forma rápida, está la contención de instituciones de segunda línea. Segunda digo por cuestión de representatividad. Hay escuelas que necesitan mucho más de la presencia de sus cooperadoras que otras. Que los padres se sumen, luchen, propongan y, sobre todo, sean activos en el transcurrir diario de la vida de esa institución. Nosotros tenemos un sistema educativo que está centralizado en La Plata, pero verdaderamente el conocimiento mismo del ámbito donde concurre cada día cada chico de Junín, no lo conoce mejor que nadie el padre, el docente y la directora”.

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