sábado, 27 de junio de 2009

El juicio por el crimen del gitano Coria sería en agosto

La causa por el homicidio del patriarca de los gitanos, Miguel Coria, ocurrido el 28 de enero de 2007, fue elevada a juicio oral con un único imputado que espera el debate en libertad. La fecha la fijará el Tribunal Oral y se mencionó que iría en agosto o septiembre, aunque el abogado defensor del único imputado que hay en la causa, doctor Carlos Torrens, manifestó ayer que “no he sido notificado por lo tanto no puedo decir si el debate será en agosto”.
El imputado llega en libertad al juicio, y fue detenido por la policía al estar sospechado de haber participado del homicidio de Coria; un hecho que conmovió a la comunidad gitana de la ciudad.
El joven fue apresado en un procedimiento ejecutado en el marco de una resolución de la Cámara de Apelación y Garantía en lo Penal del Departamento Judicial de Junín que revocó una decisión de Marisa Muñoz Saggese, jueza titular del Juzgado de Garantías 2, quien consideró en su momento que no habían prueba suficientes como para proceder a la detención, pedida por el fiscal Roberto Rodríguez durante la investigación penal preparatoria, ya que evaluó que la causa tenía incorporado elementos que merecían que este joven fuera investigado.
La Fiscalía apeló la resolución de la jueza de Garantías y la Cámara de Apelación y Garantía en lo Penal revocó el fallo de Muñoz Saggese, por lo que se cumplió con la detención.
Sin embargo, la investigación se orientó después hacia otro sujeto con antecedentes penales, quien había sido reconocido por el nieto de Coria como uno de los participantes del hecho.
El primero de los detenidos sigue vinculado a la causa. Y el nuevo imputado murió después en una pelea familiar, por lo que la pesquisa dio marcha atrás y se volvió a asentar en el único sospechoso que había. La Justicia de Garantías ha considerado que hay elementos de prueba suficientes como para que el caso se ventile en un juicio oral.
Miguel Coria, de 74 años, murió en una clínica luego que en la madrugada del 28 de enero 2007, tres delincuentes armados y encapuchados ingresaron a su domicilio de Ramón Hernández 765, cuando estaba descansando junto a su esposa, Olga Castillo (Ana) y un nieto de 13 años de edad. Previo inmovilizar a los integrantes de la familia escaparon tras robar dinero, dólares, una filmadora, una escopeta y alhajas. Como consecuencia del suceso, Coria sufrió una descompensación que motivó su traslado a un centro asistencial, donde murió.
El caso Coria generó numerosas marchas y protesta para exigir su esclarecimiento.
Por este hecho fue detenido un joven de 20 años, pero después recuperó la libertad y en la actualidad es el único imputado en el crimen. La jueza Muñoz Saggesse hizo lugar al pedido de “falta de mérito”, como lo había solicitado su defensor Carlos Torrens.

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