El Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora este viernes 5 de junio.

Por Mariano Demaria, Jefe de Departamento de Medio Ambiente

Desde 1972, fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas que todos los 5 de junio de cada año se celebre el Día Mundial del Medio Ambiente. Es así que la agenda política comienza a incorporar las temáticas medioambientales aprobándose la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.El Día Mundial del Medio Ambiente nos debería hacer reflexionar sobre una serie de eventos especiales enfocados hacia temas como la justicia ambiental, la energía renovable, la conservación de los recursos y la salud pública. Aprender que junto con el crecimiento de las poblaciones urbanas, se vuelve más vital comprender las necesidades ambientales en relación con la economía y la igualdad social, para desarrollar una forma de vida capaz de sostener nuestro planeta y nuestros pueblos, con miras hacia las futuras generaciones.Por esto, es prioritario estimular la educación ambiental par ubicarnos en una posición responsable que nos acerque a otras culturas, nos intruya en la problemática de consecuencias y nos enseñe sobre nuestras responsabilidades y valores. Debemos adecuar el modelo de desarrollo a través de la educación entendiendo lo importante de la participación de cada uno de nosotros en este proceso, formando hábitos y brindando información con propuestas sustentables que mejoren nuestra calidad de vida. Porque día a día vemos esas consecuencias, de haber incurrido en el error de no prevenir ciertas acciones que hoy acusan tanta atención. Muestra fiel de ello son los veranos calurosos, los inviernos cortos y profundos, la falta de recursos, las energías limitadas, los suelos contaminados... las consecuencias.Espero que aquel que lea este artículo supere el impedimento de verlo sólo como una crítica y que se entienda que sólo podemos progresar si dejamos los intereses de lado y nos comprometemos de una vez y para siempre por nuestro futuro. En este proceso de cambio nadie puede excluirse y aunque es verdad que queda un enorme trabajo sobre ecología y desarrollo para realizar, debemos dar un paso comunitario, para vivir mejor, para sentirnos mejor, porque el mundo es de cada uno de nosotros. Donde vivimos, donde nacemos y donde queremos disfrutar de un lugar sin basura, sin contaminación y sin sentirnos extranjeros.Vivir mejor no depende sólo de palabras, vivir mejor también depende de uno mismo y de qué hacemos para lograrlo