sábado, 23 de mayo de 2009

Creció un 40 por ciento la cantidad de psicólogos

Adriana Parapuño y Claudia Durante, vicepresidente y presidente, respectivamente, del Colegio de Psicólogos con asiento en Junín.

Este nuevo escenario beneficia a quienes requieran de atención psicológica por la cantidad y variedad de oferta, pero dificulta el acceso de los nuevos profesionales al mercado laboral.

El avance de la psicología ha provocado que esta disciplina tenga una significativa inserción en la sociedad, lo que derivó en un incremento notable en la cantidad de profesionales. A partir de la década pasada, las carreras de psicología de las distintas universidades multiplicaron la cantidad de inscriptos, por lo que se convirtió en una de las profesiones más elegidas por los estudiantes.
La consecuencia directa de este fenómeno en la actualidad, es la gran cantidad de psicólogos jóvenes a los que, a veces, se les dificulta su inclusión en el mercado laboral, debido a la falta de espacios para hacerse un lugar.
Esa realidad no es ajena a Junín. De los casi 420 psicólogos matriculados en el distrito, el 40 por ciento se registró en los últimos dos años. Es preciso aclarar que el distrito está conformado por varias localidades de la región, pero si tenemos en cuenta sólo nuestra ciudad, la mitad del total de los profesionales del distrito, corresponde a Junín.
Esta “explosión” se debe, principalmente, a que la carrera se dictó a ciclo cerrado en nuestra localidad, a través de una extensión de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y en este último año se estuvieron matriculando los egresados de dicha carrera.
La psicóloga Claudia Durante y la licenciada Adriana Parapuño, presidenta y vice del Colegio de Psicólogos de Junín respectivamente, dialogaron con DEMOCRACIA para analizar cómo es este nuevo escenario que se da en el distrito y cuáles son las consecuencias del mismo.

El incremento repentino

Un extraordinario número de matriculaciones se dio en los últimos dos años, y la mayor parte de ellos, en los pasados 12 meses. Esta situación cambió completamente el contexto en el cual se desarrolla la ciencia.
“Desde mediados del 2008 hasta ahora hemos tenido un gran número de matriculados -explica Durante- esto coincide con la promoción de la carrera en la extensión de la UNR en Junín, pero además estamos sorprendidos porque varias de las últimas matriculaciones pertenecen a egresados de otras universidades, es decir que hay un aumento de profesionales de esta disciplina en general. Básicamente, nosotros tenemos un aumento de un 40 por ciento en los dos últimos años, pero la mayoría está dada en este último”.
Junín es la localidad con mayor cantidad de matriculados dentro del distrito, que además comprende a Bragado, Chacabuco, Viamonte, Lincoln, Arenales, Ameghino, Vedia, Alem y Rojas.
Dada esta situación, Durante agrega que “hubo una explosión; hasta el año pasado en la provincia de Buenos Aires éramos un distrito chico por el número de matriculados, y hoy pasamos a ser un distrito grande”.

El mercado laboral

En base al aumento de la cantidad de profesionales, la primera pregunta que surge es si hay un incremento proporcional de la demanda de atención psicológica, que amerite esta explosión que se dio en los últimos años. Para Durante “hay una demanda creciente y en aumento, no sé si hay una correspondencia directa en los mismos porcentajes, pero no sólo hay una demanda de atención individual sino de una atención institucional. Las distintas organizaciones hoy reconocen el lugar del psicólogo como profesional, y además lo requieren, hace un tiempo esto no ocurría. Estas instituciones son el Poder Judicial, el hospital, o grupos interdisciplinarios, como pueden ser los de protección de los derechos del niño”.
Una de las falencias que obstaculizan la formación del psicólogo una vez recibido, es la escasez de espacios de capacitación laboral que tienen en relación a otras profesiones independientes, como médicos u odontólogos, por mencionar solo dos casos. Uno de los ejemplos se ve claramente en la poca cantidad de vacantes disponibles para hacer la residencia en el Hospital Interzonal General de Agudos Abraham Piñeiro (HIGA). La presidenta del Colegio detalla que “la inserción en el mercado laboral es costosa para cualquier profesión y la nuestra no es ajena a esta realidad, no solo por la cantidad de psicólogos, sino por la adquisición de experiencia, de formación y por todos los avatares que conlleva conseguir el lugar y habilitarse uno para la práctica, más allá de la habilitación dada por el título. Nosotros tenemos dos cargos para la residencia en el HIGA. El régimen implica cuatro años de residencia y puede ser uno más como jefe de residentes, pero después el mismo sistema los expulsa, que es una de las cuestiones por las cuales luchamos, es decir, que la misma institución pueda absorber a ese profesional, porque hoy por hoy, le da una formación y después lo excluye”.

Psicología comunitaria

La tendencia generalizada de la mayoría de las universidades es enfocar su carrera de psicología hacia una orientación clínica. Esta práctica es la más tradicional dentro de la profesión, aunque no siempre concuerda con las demandas del mercado laboral. Por eso, Durante enfatiza que desde el Colegio también se apunta a otras corrientes: “Todavía, la mayor cantidad de profesionales hoy la tenemos en consultorios, esto se corresponde con la formación clínica que es adonde más se apunta en la facultad. Nosotros queremos ampliar los lugares para los psicólogos y uno de esos horizontes es la psicología comunitaria, que es el trabajo del psicólogo en la comunidad, no dentro del consultorio. Nosotros hablamos de desdibujar las paredes del consultorio para salir a la comunidad, caminar los barrios para saber qué le pasa a la gente y llegar de otro modo”.
A través de un convenio con el Municipio, se trabajó en esta rama de la psicología incorporando psicólogos en las Unidades Sanitarias. Ese convenio concluyó y no se volvió a suscribir. Gracias a esa propuesta hoy hay profesionales trabajando allí como empleados municipales. Pero, según la consideración de Durante, esto tiene dos formas de ser mirado: “Por un lado se generó el espacio para que hoy el psicólogo esté presente en las Unidades Sanitarias. Pero se perdió la idea de psicología comunitaria que llevamos nosotros y se sigue haciendo asistencialismo, porque nosotros buscábamos trabajar con la comunidad para que se genere ese lazo social, sobre todo en épocas de crisis”.
“Lo lamentable -agrega Parapuño- es que durante varios años se ha formado gente en este sentido comunitario, y una vez que el profesional está formado se cambia el modo de trabajo y de abordaje”.
La conclusión que obtiene Durante es que “parece que esta es una modalidad que se repite en el Estado, se forma y se expulsa, no se aprovecha el mismo recurso en el cual invierto para formarlo, al igual que las residencias”.

Más es mejor

La consecuencia más significativa derivada del precipitado incremento de profesionales, tiene que ver con la falta de espacios para llevar adelante su profesión. Sin embargo, los principales beneficiados por este nuevo esquema son las personas que buscan atención psicológica, quienes tienen una mayor oferta a disposición.
En definitiva, Parapuño explica por qué es positivo para la ciudad, que hayan aumentado tanto el número de psicólogos: “Es importante, dado que durante años era escasa la cantidad de psicólogos que existían, y al ser más se puede luchar mejor por ejercicio de la profesión y otras cuestiones que se están dando en la práctica. Todo crecimiento es bueno, y por una cuestión lógica quien requiera de un psicólogo tendrá más opciones, no es lo mismo elegir entre 20 que entre 200, donde hay mayor diversidad”.

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