viernes, 22 de mayo de 2009

Boicot del campo a los actos de los Kirchner

La manifestación de chacareros contra Kirchner en el centro de Chacabuco, detrás de un fuerte cordón policial que previno incidentes



No fue una noche más para los productores y vecinos de Chacabuco.. No porque el conflicto del Gobierno con el campo les fuera ajeno, sino porque anoche la protesta que en 2008 los llevó a las rutas se trasladó al corazón de la ciudad.
Frente al palacio municipal, cuando Néstor Kichner iniciaba su discurso de campaña, sólo 50 metros separaban a un grupo de productores rurales, que rechazaban la presencia del ex presidente, de los militantes de la Juventud Peronista que llegaron desde la Capital para defender a su líder. Esa distancia y un fuerte operativo policial evitaron el choque.
La presidenta Cristina Kirchner también sintió la tensión con el agro en su visita de ayer a Coronel Suárez, en el sur de la provincia. Esa presión empieza a dificultar la campaña electoral del oficialismo en el interior bonaerense. Los chacareros de Chacabuco habían llegado minutos antes de las 8 hasta las proximidades del Club Atlético Porteño, donde se iba a desarrollar el acto proselitista. Desviados por un vallado policial, decidieron hacer una sentada frente a las oficinas del intendente kirchnerista Rubén Golía, a una cuadra del club.
Según relataron, venían a reclamar contra la política agropecuaria en general y, particularmente, por el incumplimiento en la entrega de subsidios y compensaciones anunciadas por las administraciones de Cristina Kirchner y Daniel Scioli. El repudio se extendió también al jefe comunal y a su primo, el diputado Julián Domínguez, anfitriones del ex presidente.
La sentada duró poco. El centenar de militantes identificados con las siglas de la JP y el FPV se acercó hasta el vallado y, desde allí, comenzó a entonar canciones contra "el campo", "la oligarquía" y "los gorilas".
La respuesta de los productores no se hizo esperar, lo que motivó que la infantería de Junín formara un cordón para evitar un choque que, por momentos, pareció inevitable.
Ante la avanzada de insultos de ambos lados y de algunos chacareros que amagaron con traspasar el cordón, los responsables del operativo de seguridad intentaron mediar con ambos frentes, para distender la tensión. Pidieron calma y prometieron que no iba a haber represión.
"Nos da bronca que no nos dejen entrar a un acto público, cuando somos ciudadanos, no delincuentes", dijo Néstor Traverso, productor de Junín. "Si pasa alguno lo rompemos", escuchó el policía cuando se acercó a los militantes kirchneristas.
La frase vino del barbado dirigente identificado como "Juan Carlos" por los militantes de la JP, que eludió las preguntas de La Nación. Minutos antes, su grupo había ocupado un carril de la avenida por la que se accede a Chacabuco desde la rotonda sobre la ruta nacional 7.
Desde ese lugar ingresó la caravana de los productores, que se reunió en la ruta poco después del mediodía. Por allí vieron pasar los colectivos con militantes del Gobierno que venían desde el conurbano y ciudades cercanas. Había banderas de La Matanza, Junín y Florentino Ameghino, junto a otras de gremios de la CGT. Algunos colectivos recibieron huevazos por parte de los chacareros. Entre ellos se encontraba Armando Zavala, un productor de Salto, que dijo participar para "expresar la bronca contra la política de los Kirchner".

El dolor de la Presidenta

Las complicaciones para la Presidenta se dieron en su visita a Coronel Suárez, en el sur bonaerense. Un fuerte operativo de seguridad impidió que una protesta ruralista se acercara hasta donde ella encabezó un acto político, pero la manifestación igual ganó las calles: productores agropecuarios y grupos de vecinos -unas 150 personas-repudiaron con cánticos y banderas la visita presidencial y del gobernador Daniel Scioli.
Antes, en la madrugada, autores desconocidos pintaron el domicilio particular del intendente Ricardo Moccero (vecinalista), que mencionó el hecho durante el acto oficial. Y acusó "a dirigentes rurales". Cristina Kirchner se solidarizó con Moccero: "Sentí en carne propia lo que es la violación de la intimidad familiar", dijo.
Por la noche, Néstor Kirchner fue más explícito en su queja por las manifestaciones del agro: "Las patronales rurales quieren continuar enfrentando a los argentinos".
En el acto oficial, Kirchner igual prefirió centrarse en golpear a la oposición y a instalar la idea -anticipada por su esposa horas antes- de que es víctima de una "proscripción" debido a las impugnaciones a su candidatura a diputado.
"Nos quieren proscribir como en el 55. Si somos tan malos como dicen por qué nos quieren proscribir", dijo. Y enfatizó: "Quien les habla, Sergio Massa y Daniel Scioli no somos candidatos testimoniales sino integrantes de este cambio de la Argentina". También apuntó a su rival Francisco de Narváez: "Nunca lo vi en una unidad básica o luchar contra la dictadura".
Néstor Kirchner volvió en helicóptero al aeródromo local, donde lo esperaba un avión para irse. Poco antes, el grupo de productores había abandonado la calle. Quedaban cerca de 100. Acababan de entonar el himno, gesto que repitieron desde la JP.

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