miércoles, 8 de abril de 2009

Los muertos ya son 278 y el funeral se hará el viernes

Vista aérea de la destrucción causada por un sismo en el pueblo italiano de Onna, 8 abr 2009. En sólo unos pocos minutos un tranquilo pueblo de granjeros y artesanos se transformó en un desolador espectáculo de caballos y gallinas vagando sin rumbo entre medio de piedras y acero. REUTERS/Stefano Renna-Agnfoto
Actualización del gráfico animado sobre el fuerte terremoto que sacudió el 6 de abril la región de Abruzos, en el centro de Italia, y que ya provocó al menos 260 muertos. Foto:/AFP

Roma.- La cantidad de muertos por el sismo que afectó el lunes el centro de Italia ya son 278, de los cuales 272 fueron identificados, entre ellos 16 niños y la argentina Andrea Passamonti, y seis aún no han sido reconocidos, informaron fuentes oficiales italianas.
El gobierno anunció además que el viernes será declarado luto nacional y que en esa mañana, en la Guardia de Finanzas de L'Aquila, capital de Abruzzo y epicentro del sismo, tendrá lugar el funeral colectivo de las víctimas y un homenaje oficial.
La ceremonia religiosa será presidida por el secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone; concelebrada por el arzobispo de L'Aquila, Giuseppe Molinari, y transmitida en directo por los principales canales italianos de televisión.
En tanto, en un galpón de la Escuela de Suboficiales de L'Aquila, fue organizado el obituario al que llegan todos los restos, pues el oficial de la ciudad quedó destruido.
A los 278 muertos hay que sumar un número aún incierto de desaparecidos -entre 11 y 25, según las fuentes- y 1.179 heridos, de los cuales por lo menos 10 se encuentran graves.
La búsqueda de posibles supervivientes continuará hasta el lunes: "pasada la Semana Santa, se clausurará la búsqueda, se asegurarán las casas destruidas y dañadas y se comenzará la reconstrucción", anunció hoy el ministro del Interior, Roberto Maroni, según informó la agencia alemana DPA.
En la noche del martes, 42 horas después del sismo, los equipos de rescate encontraron bajo las ruinas de su casa en L'Aquila, a Eleonora, una estudiante de 20 años que pese a llevar sólo un pijama soportó el frío y sobrevivió en un hueco.
"Dénme algo de agua", fue lo primero que dijo la joven y después, entre lágrimas: "¿Dónde están mamá y papá?".
Mientras el alcalde de L'Aquila firmó un decreto para declarar cerrado el casco histórico de la ciudad porque "el riesgo de derrumbes es demasiado alto", más de 8.500 personas, organizadas en cinco centros operativos, están ayudando a la población local, sobre un área de unos 600 kilómetros cuadrados.
Según informó la agencia italiana Ansa, el jefe de gobierno, Silvio Berlusconi, que hoy visitó L'Aquila, dijo que el nivel de la asistencia "es satisfactorio", aunque "en este momento el problema más grande es el de las 28 mil personas que han quedado sin casa: deberemos cubrir los gastos de los hoteles a los que llevaremos a las familias con ancianos y niños", señaló.
Más de 17.000 personas que perdieron sus viviendas han sido alojadas en carpas instaladas en campos de la región de Abruzzo, equipadas con 24 cocinas y 14 salas de emergencia.
Otras 3.000 ya fueron trasladadas a hoteles de la costa adriática, puestos a disposición de la Protección Civil.
En su visita, Belusconi recomendó vivir la situación "como un fin de semana de camping" a los albergados en las carpas y a los alijados en hoteles sobre el Adriático les dijo que se tomaran "una pausa laboral a costa del Estado" y que fueran "a la playa".
"Naturalmente, es una situación totalmente provisional", matizó Berlusconi, "pero hay que tomárselo incluso como un fin de semana de acampada" ya que "aquí no falta nada, hay medicamentos, comida caliente y mantas para pasar la noche", consoló.
Los dichos de Berlusconi fueron difundidos por el canal de televisión alemán NTV y retomados por muchos órganos de prensa internacionales, entre ellos por el diario británico The Times, que los definió como una "gaffe".
La presidencia de Italia le salió hoy al cruce con un comunicado en el que lamenta "el error cometido por el Times, que ha criticado una frase pronunciada por el presidente del Consejo, el martes, en los campamentos de Bazzano y de San Demetrio".
Según el comunicado, "si el enviado del diario hubiera estado presente en el lugar, habría podido comprobar la reacción positiva de los desplazados ante las palabras de consuelo, tranquilización y ánimo que dirigió Berlusconi en tono de broma, sobre todo a los niños, para convencer a sus familias a dejar las carpas y desplazarse hacia los más cómodos hoteles de la costa".
Mientras los socorristas buscan contra reloj bajo los escombros víctimas con vida, se celebraron hoy los primeros funerales, entre ellos el del futbolista Giuseppe Chiavaroli y el de Danilo Ciolli, el joven que murió bajo las ruinas de la Casa del Estudianete de L'Aquila.
El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, irá mañana a el Abruzzo, en tanto que el papa Benedicto XVI anunció hoy, durante la habitual audiencia de los miércoles, que viajará a esa región "en cuanto sea posible", informó Ansa.
El vocero oficial de la Santa Sede, Federico Lombardi, precisó que el Pontífice no fijó hasta hoy una fecha para su visita ya que debe cumplir con los ritos de la Semana Santa, que comenzó el domingo pasado, y coordinar su viaje con las autoridades italianas.
El temor a que las víctimas del sismo puedan perder sus bienes además de sus viviendas, llevó a Berlusconi a anunciar hoy el envío de unidades militares a las zonas afectadas, para proteger la propiedad de los ciudadanos.
Mientras, fuertes réplicas siguieron dificultando el rescate de las víctimas: en la noche del martes se registró una de 5,3 grados en L'Aquila que siguió tirando abajo casas y muros, y que se sintió hasta Roma y en el sur de Campania.
Desde el sismo del lunes, el de más graves consecuencias en el país desde 1980, cientos de réplicas volvieron a desatar el pánico entre la población

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