La comunidad de nuestra ciudad conmemoró hoy las fiestas patronales de Junín en honor a San Ignacio de Loyola. Tras la procesión de las 16, se ofició la Santa Misa en el templo matriz, cerrando el programa previsto dentro de la novena en honor al santo.
Las fiestas de este año tuvieron como lema “Sigamos haciendo camino. Con San Ignacio vayamos al encuentro de Jesús”, propiciando con variadas y diversas actividades el acercamiento de los fieles a San Ignacio de Loyola.
La imagen de San Ignacio fue portada en andas alrededor de la plaza “25 de Mayo” –como tradicionalmente se realiza- acompañada por una nutrida concurrencia de fieles, junto al párroco presbítero Claudio Mosca y la presencia de otros sacerdotes de la ciudad.
Luego, de regreso al interior del templo, se ofició la Santa Misa, recordándose especialmente a la figura del fundador de la Compañía de Jesús.Finalmente, los participantes compartieron un chocolate servido en el atrio de la iglesia.
Las fiestas de este año tuvieron como lema “Sigamos haciendo camino. Con San Ignacio vayamos al encuentro de Jesús”, propiciando con variadas y diversas actividades el acercamiento de los fieles a San Ignacio de Loyola.
La imagen de San Ignacio fue portada en andas alrededor de la plaza “25 de Mayo” –como tradicionalmente se realiza- acompañada por una nutrida concurrencia de fieles, junto al párroco presbítero Claudio Mosca y la presencia de otros sacerdotes de la ciudad.
Luego, de regreso al interior del templo, se ofició la Santa Misa, recordándose especialmente a la figura del fundador de la Compañía de Jesús.Finalmente, los participantes compartieron un chocolate servido en el atrio de la iglesia.
Biografía
San Ignacio de Loyola, nació en el castillo de Loyola (Guipuzcoa), en 1491. Su temperamento ardiente y su inclinación por la carrera de las armas, le hizo vivir una juventud borrascosa.
En el sitio de Pamplona fue gravemente herido y durante su convalecencia, luego de haber leído la vida de Cristo y algunos santos, tomó la determinación de dejar las armas y convertirse en soldado de la Iglesia.
Peregrinó al santuario de Monserrat, donde colgó su espada a los pies de la Virgen. Luego se dirigió a París, donde en su universidad reunió sus primeros compañeros con quienes fundó la Compañía de Jesús, una milicia espiritual que a las órdenes del Papa tenía la misión de luchar contra las herejías, promover la reforma de la Iglesia y extender el Evangelio por el mundo.
San Ignacio se estableció en Roma desde donde dirigió, por espacio de 16 años, la Compañía. Allí murió, a los 65 años de edad, en 1556.
San Ignacio de Loyola, nació en el castillo de Loyola (Guipuzcoa), en 1491. Su temperamento ardiente y su inclinación por la carrera de las armas, le hizo vivir una juventud borrascosa.
En el sitio de Pamplona fue gravemente herido y durante su convalecencia, luego de haber leído la vida de Cristo y algunos santos, tomó la determinación de dejar las armas y convertirse en soldado de la Iglesia.
Peregrinó al santuario de Monserrat, donde colgó su espada a los pies de la Virgen. Luego se dirigió a París, donde en su universidad reunió sus primeros compañeros con quienes fundó la Compañía de Jesús, una milicia espiritual que a las órdenes del Papa tenía la misión de luchar contra las herejías, promover la reforma de la Iglesia y extender el Evangelio por el mundo.
San Ignacio se estableció en Roma desde donde dirigió, por espacio de 16 años, la Compañía. Allí murió, a los 65 años de edad, en 1556.
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