jueves, 7 de mayo de 2009

Analizaron las dificultades y falencias del control de la gestión pública

Disertantes que tuvieron a su cargo la charla sobre control y transparencia de gestión.

Esta noche tuvo lugar una disertación en la Universidad Nacional del Noroeste sobre control y transparencia en la gestión pública que estuvo dirigida por funcionarios y abierta a la comunidad.
Fueron parte de los expositores el auditor general de la Nación, Horacio Pernasetti; Claudio Moroni, ex síndico de la Nación y el presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Grimberg.

Análisis de los problemas, según Pernasetti

Previa a la disertación, los mencionados brindaron una conferencia de prensa. En la oportunidad el auditor general de la Nación, Horacio Pernasetti señaló –al hablar sobre cómo entender el control de la función pública- que “lo fundamental es cumplir con la legislación que indica claramente procedimientos para acceder a la información y a partir de eso, la sociedad podrá llegar a comprender cómo se manejan los recursos del Estado y tratar de corregir lo que se está haciendo mal o felicitar lo que se está haciendo bien”.
Reconoció Pernasetti que “a veces aparece como abstracto el tema del control y hasta ineficiente. Creo que esa intuición de la sociedad está justificada porque no hay satisfacción de las expectativas de los ciudadanos. Uno permanentemente ve en los diarios que se denuncian hechos de corrupción pero no aparecen los responsables de los mismos”.
El funcionario reconoció que “uno de los grandes problemas que tiene nuestro sistema es que tanto los informes de la Auditoría General de la Nación y los de la SIGEN, no tienen un carácter vinculante como tampoco hay un organismo que haga un seguimiento”.
“Hoy la responsabilidad del funcionario público se dirime en la justicia civil o penal pero es ahí donde está una de las grandes falencias de nuestro sistema”, expresó.

Grimberg: “Ser totalmente independiente del poder político”.

Por su parte, el presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Grimberg, sostuvo que “el organismo de control debe cumplir su rol y tiene que presentarse no como un enemigo de quien gestiona, sino tratar de convertir al control en la otra cara de la gestión en el papel de observación, de contención, asesoramiento y dejar lo sancionatorio como última instancia”.
“El control, en términos generales, contiene un concepto institucional muy fuerte a quien nadie puede dejar de lado porque hace al fortalecimiento institucional”, destacó.
El titular del Tribunal de Cuentas bonaerense remarcó que “los órganos de control deben ser totalmente independiente del poder político, de lo contrario no cumplen su función”.
“Si no son organismos de una altísima independencia, no son organismos de control externo”, enfatizó.
Precisamente, como ejemplo de esto, mencionó que “llevo muchos años en mi cargo en el Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires y nunca tuve ningún tipo de interferencia que haya afectado mi independencia. Nosotros somos actualmente los auditores del Banco Mundial en cuanto a los fondos otorgados a la Provincia para infraestructura y uno de los motivos de tal designación, es nuestra independencia, resaltó.

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